La educación superior juega un papel clave en la vida de las personas para el desarrollo personal y profesional. Desafortunadamente para los estudiantes que son madres y padres, la educación superior representa un problema debido a la desigualdad, el tiempo dedicado, los recursos necesarios y la doble carga de trabajo que implica. Las brechas de desigualdad que se viven en las universidades son evidentes y se perpetúan, afectando especialmente a las mujeres.
La desigualdad de género se involucra mucho aquí ya que las mujeres con hijos o embarazadas suelen tener trayectorias más lentas hablando del ámbito académico. Esto debido a que las madres suelen ser vistas como menos comprometidas con su carrera. Lo que refuerza los estereotipos de género y provoca que algunas madres sean excluidas de oportunidades de trabajo, becas y participación en conferencias. Es indispensable que las universidades ofrezcan apoyos tanto a padres como a madres, creando cultura y conciencia, donde la paternidad sea reconocida como responsabilidad compartida y no solamente femenina.
Los padres y madres estudiantes tienen que lidiar con muchos problemas, como la escasez de políticas adecuadas para recibir apoyo, ya que algunas madres además de estudiar, deciden trabajar. Aunque algunas instituciones brindan licencias de maternidad, permisos de paternidad y servicios sociales, estos no son suficientes porque en ocasiones no cubren correctamente el tiempo necesario para que una madre pueda recuperarse físicamente y acoplarse a la crianza.
Además, son pocas las universidades que cuentan con la flexibilidad para ajustarse a las necesidades de los padres. Esto afecta su vida personal, su bienestar y su productividad académica. Las clases programadas en horarios inamovibles dificultan la asistencia y la participación activa de los padres y madres.
Es necesario implementar políticas que realmente contribuyan a la educación en igualdad de condiciones para padres y madres. Cada vez son más las universidades que implementan medidas para combatir estos problemas, por ejemplo, la BUAP implementó el desarrollo de carreras más flexibles para los estudiantes con responsabilidades familiares.
Existen situaciones en las que se ven obligados a aceptar empleos temporales y de tiempo completo para poder solventar sus gastos, y como consecuencia posponen proyectos académicos. Tener acceso a ciertas becas y ayudas hace que los padres y madres tengan menos problemas, ya que tener una ayuda económica y de recursos logrará poder concentrarse más en la crianza y en los estudios que en la necesidad de trabajar horarios completos.
A continuación te presento una de las becas aplicables a nivel nacional en universidades públicas:
Apoyo a Madres Jefas de Familia – CONAHCYT
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